OH Madre,
Reina de nuestros corazones,
abogada de los casos desesperados,
Madre pura y compasiva,
Madre del Amor Divino y llena de Luz Divina,
pongo en tus tiernas manos
el favor que hoy te pido.
Apiádate de nuestras miserias,
de nuestros corazones,
de nuestras lágrimas,
de nuestras aflicciones
y sufrimientos interiores.