Oh! bendito San Antonio,
él más gentil de todos los Santos,
tu amor por Dios y tu caridad por su criaturas
te hicieron merecedor, cuando estabas aquí en la tierra,
de poseer poderes milagrosos.
Los milagros esperaban tu palabra,
que tu estabas siempre dispuesto a hablar
por aquellas con problemas o ansiedades.
Animado por este pensamiento,
te imploro obtengas para mí